Emprender en el sentido estricto de la palabra es decir, según el Diccionario de la Lengua Española significa “cometer o comenzar una obra o negocio especialmente si encierra dificultad o peligro” y “prender fuego”. Posiblemente les ha sorprendido pensar que el emprendimiento tiene vinculado etimológicamente la vertiginosidad del peligro y, al mismo tiempo la posibilidad de encender vida; tal vez desde esta perspectiva resulta coherente pensar que, tanto el término como la actividad estén tan de moda, pues van a tono con la modernidad líquida en la que vivimos, es decir en la que se corre el riesgo de vivir el aquí y el ahora de manera veloz –la lógica de la inmediatez-, sin pensar en el aliento que se requiere para sostener el fuego vivo, ni para evitar morir en el intento.
El escenario actual de vida pandémica nos ha abocado a ser creativos, diseñar sobre la marcha, mostrar estrategia y toda la brillantez posible para intentar generar recursos que permitan algo de estabilidad tanto económica como emocionalmente, es decir de alguna manera sostener la autoimagen desde la mirada de valor, permitirse ser resilientes ante la incertidumbre del encierro y de la duda respecto al plan de vida diseñado con antelación. Nos patearon el tablero; sin embargo, justamente ahora es el momento ideal para mirar hacia adentro antes de embarcarnos en el siguiente proyecto.
Les propongo hacer una pausa de tal manera que desde el silencio personal, podamos darnos la posibilidad de re-descubrir, re-trabajar y re-diseñar nuestro ser, previo el emprender. Las ganancias serán engrandecedoras para usted y para los suyos (familia, colegas, colaboradores) y, me atrevo a decir que desde este planteamiento hay casi nada que perder. Nos han mandado a bajarle el ritmo a la vida, pues aprovechemos para darle mantenimiento a nuestra esencia, nos han pedido que distanciemos nuestros cuerpos, pues es un momento valioso para conectar con nuestra alma, es momento de apreciar lo somos y tenemos, para vivir el regalo de hacer un epojé de lo anteriormente planificado, para proponer vida desde una nueva lógica, la lógica de vivir y emprender desde el “yo soy”.
Ahora bien, echemos una mirada al modelo que proponemos del emprendedor-líder apreciativo, quien debería jugarse su rol desde las siguientes premisas:
Modelo de las 5 I´s
Ser Indagador de fortalezas personales, es decir poder mirarme al espejo y definir mi autopercepción integral (bio-psico-socio-espiritual) para desde ese saber plantearme posibilidades reales. Nos ayudarían preguntas que nos lleven al expertisse del pasado: ¿Qué he hecho antes?, ¿Qué he disfrutado hacer?, ¿En qué soy experto?, ¿Cuál es mi huella personal para hacer esto o aquello?
¿Cómo viví mi momento cumbre personal y laboral? Sé que parecen preguntas obvias, sin embargo; cuando la ansiedad se apodera de nosotros y los resultados apremian, solemos pasar por alto lo básico…
Inspirar a otros, tanto a hacer la pausa como a cuestionarse. El modelo de auto-descubrimiento se ve fortalecido con la hetero-percepción, por lo que sería fundamental para consolidar equipo que las preguntas diseñadas anteriormente puedan ser socializadas en un círculo de confianza donde auténtica y transparentemente podemos decir quiénes somos y valorar nuestras fortalezas, es decir vivir la sinergia del ser.
Iluminar, es decir poner luz, encender fuego, generar ideas, proponer nuevas posibilidades, focalizar en lo que los otros no han logrado ver valioso de sí mismos, pensarse en futuro, soñar, diseñar y reír con la imagen que desde ya generan estas propuestas.
Incluir absolutamente todas las ideas, hasta las que inicialmente no nos hagan sentido (¡quién pensaría que íbamos a enseñarles a los abuelos a manejar dispositivos electrónicos para que les hagan las compras del supermercado!), incluir los proyectos reciclados del pasado, los que soñaste en la universidad, los que te movían desde niño y que a lo mejor hoy pueden ser viables. Incluir pensamientos, valores y acciones de los involucrados para vivir el respeto en el equipo desde lo que cada uno aporta.
Sugeriría también incluir las ideas y sentires de nuestras parejas e hijos, suelen tener propuestas brillantes!
Ser Íntegro, es decir vivir desde la lógica de la coherencia interna mostrando los mismos actos tanto en privado como en público, ser sólo uno y ser feliz siendo quien soy; desde este lugar es mucho más favorable echar a andar vida o emprender. ¿Quién diría que hacer negocio desde los valores personales podría ser tan buen negocio?
El modelo ligeramente descrito anteriormente, ya ha sido vivido en organizaciones, comunidades, familias y escuelas de nuestro país y del mundo entero, mostrando que es factible un encuentro desde otro lugar, donde el enfoque se centre en el bienestar de las personas que dan vida a la organización verificando que es totalmente viable renovarse, cuestionarse, religar y emprender nuevos procesos, productos, modelos y hasta políticas de convivencia que potencien vida, salud y estabilidad.
Kommentare